Gabriela Collado

Terapeuta Holística. Maestra Espiritual. Coach en Relaciones. Terapia PNL. Transgeneracional. Biodescodificación. Risoterapia. Reiki Master. Terapia Metamórfica. Registros Akashicos. Tarot Evolutivo. Canalizaciones. Terapias y Talleres Vivenciales (Presenciales y On Line). Conferencista. Seminarios Motivacionales.

sábado, 30 de agosto de 2014

Sobre la crítica y el insulto



Cuándo alguien te ofrece un regalo ¿de quién es ese regalo? ¿de quién lo hace o de quién lo recibe? Cuando alguien te insulta está haciéndote un regalo que tú decides si aceptar o no.
Adhiere a la idea de que el sol brilla cada día y no todos desean que lo haga, sin embargo sigue siendo lo que es, sol y es tan necesario como las nubes y la lluvia. De hecho, sin él no habría lluvia ni nubes.
Recoge el regalo de la crítica y transfórmalo en luz.
Muchos vendrán a tu propia casa a decirte cómo debes hacer las cosas, de qué manera. Lo tomarás como un regalo, aún cuando se trate de un insulto, porque ese insulto es una herida en el corazón de quien lo profesa, es una astilla clavada del propio espejo que le reflejas. Si tú aceptas ese regalo, no para hacerlo propio ni para otorgarle validez, sino para aliviarlo de al menos una astilla, para quitarle fuerza a esa herida precisamente, para devolverle esa astilla en forma de amor, que es conciencia, que es luz.
Si tú respondes con otra crítica, si tú te defiendes o justificas y deseas tener razón estarás clavándole una astilla de tu propio espejo, que es tu propia herida y no hay alquimia en eso.
Si has de responder que sea luz y sólo si es necesario. Hay Silencios que son respuestas.
La única respuesta válida que puede tener un insulto es un abrazo, porque es un pedido mi amor.
Tal y como se enseña en Relaciones con Amor "lo que Juan piensa de Pedro, dice más de Juan que de Pedro."
Recuerda una y otra vez que nada hay fuera de ti; así que será tu propia crítica y tu oportunidad para amarla. Agradece pues el regalo de darte la oportunidad de elegir amar una vez más. 




Taller a Distancia: Relaciones con Amor.
Los encuentros no son casuales
http://gabrielacollado.webs.com/

jueves, 14 de agosto de 2014

Yo creo palabra


Das vida a las cosas cada vez que las nombras por eso Dios posee mil nombres, tantos como criaturas, creadores y creaciones. Dios es también lo que no se nombra, potencialidad pura.
Lo primero es el verbo, el logos que origina el juego, la masa cuántica. 
La masa crítica es en donde convergen todas las causas necesarias para que se produzca un efecto. 
El sonido produce una vibración capaz de dar forma a la masa.
La varita mágica es la palabra, tú puedes hacer y deshacer con ella. Le imprimes una carga vibratoria que es capaz de generar cosas o desviar su curso. Una varita mágica que debe estar alineada con el corazón, la mente y el Origen o la Fuente y funciona a través de la voz.  
Cuando una conciencia elevada te nombra interviene en la causa de tu creación. Transmite así la información directa a todo ser activando la causa dormida a la espera de ser llamada. Es un proceso en el cual no interviene la mente, es más profundo aún. Lo invisible se hace entonces visible cuando inviertes el proceso y la mente es la última que interviene antes de hacerse palabra. Abracadabra creo mi realidad tal y como hablo. 

Gabriela Collado
"Cartas del Cielo" Elohim

http://gabrielacollado.webs.com

sábado, 9 de agosto de 2014

Maestro dentro, maestro fuera


Nadie puede llamarse a sí mismo maestro y decirte qué debes y qué no debes hacer. 
El único maestro con tamaña autoridad es tu maestro interior. 
El maestro fuera es simplemente el reflejo del maestro adentro. 
Vamos eligiendo a nuestros maestros de acuerdo al estado de conciencia en el que nos encontramos. 
Si tu juzgas y te criticas encontrarás un maestro acorde a eso, si tu te amas y no le temes a la libertad entones comprenderás que en verdad todo es tu maestro porque todo eres tu.
Sólo el maestro de sí mismo puede ser maestro de los demás, pero tampoco es algo que él deba o pueda elegir o decidir. 







Taller a Distancia: Relaciones con Amor.
Los encuentros no son casuales
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viernes, 1 de agosto de 2014

El conflicto palestino es un reflejo de la humanidad de todo el planeta


Existen sincronías constantes que sin la paciencia necesaria no serían posibles de percibirse. Hay un hilo conductor entre cada acontecimiento y, mientras tanto, fluye la vida. Anclado en un juicio te pierdes ese flujo de la energía de un polo hacia el otro. El cambio de percepción es el que genera los milagros. Lo que haces, en realidad, es abrir la puerta a ese flujo natural, soltar el control, dejar de poner condiciones. Eso es juicio, las condiciones. Observa, sé un observador incondicional, acepta incondicionalmente. Confías más en la en la imperfección del ego que en la perfección del Universo. Sigues voces diferentes a la tuya propia. ¿Conoces tu voz? Sin silencio mental no serás capaz de conocerla. Argumenta la mente fabricando condiciones que no desmoronen al ego. Aceptar, rendirse, observar, amar. Has venido a ser instrumento, no ha fabricarlos. ¿Ser o hacer? Has creído que ser, simplemente ser, te convertía en inútil. El juicio constante una y otra vez, la parcialidad, la disgregación. Por eso esa constante insaciabilidad de hacer, hacer, hacer, que te lleva a la desesperante ansiedad, al futuro inexistente, al bucle del perro jugando a morderse la cola. Hay que hacer y luego defender lo que has hecho. ¿Acaso crees que Dios necesita defender su creación? La productividad es una proyección de tu falta de amor por ti, el bazar chino lleno de objetos para suplir tu falta de aceptación. Eres un país en guerra, eres un país víctima que se cree con derecho a atacar al otro, cree que su propio dolor es aval suficiente para hacer que el otro sufra. Eso proyectas en el mundo. No eres capaz de ver más allá del dolor, no eres capaz de aprender de él. Todo porque has decidido, desde tu propio juicio, de juicios, de juicios, que el dolor es algo "negativo" que debes erradicar de tu vida y lo peor es que crees que no hay mejor modo de hacerlo que cargárselo a otro. Sin embargo perpetúas así aquello de lo que huyes. Existe la perversión en el ser humano, por supuesto, es otro aspecto de su inteligencia. La perversión radica en que utilizas ese victimismo para obtener lo que quieres, lo que crees que necesitas o te pertenece. Es una manipulación. Tu lo llamas un aspecto oscuro, retorcido, pero no te confundas, no rechaces tú tampoco la maldad porque estarás atrayéndola cuando en verdad no la quieres. Ámala, ámala como lo que es, una herida, una ausencia de amor. Ámala y estarás poniendo amor dónde crees que falta. ¿Entiendes que no es ser malo? Sólo es llevarle luz y, como la luz está en tus ojos, tienes que mirar de frente a la vida, sobre todo, y precisamente, a aquello que más rechazas. Ése es el significado de abrazar a tu enemigo. El abrazo no es la forma, es la intención de integrar la sombra que te completa, amándola. Tú también eres Israel, todos lo somos y también Gaza. Si quieres liberar a Gaza y a las futuras Gazas, asume tu propio victimismo, tu propio dolor, tu propio interés y deja de cargárselo a los demás. El conflicto palestino es un reflejo de la humanidad de todo el planeta. Deja de mirar las cosas como si no tuvieras nada que ver con ellas. Eres el mundo y cuanto ves en él.



Gabriela Collado 
Coaching Transpersonal 
evolucionpersonal.org