Las emociones naturales son aflicción, ira, envidia, temor y amor y, cuando se reprimen, producen
reacciones y respuestas no naturales. Casi toda la gente reprime las emociones
más naturales. No obstante, éstas son sus amigas. Éstas son sus dones. Éstas
son sus herramientas divinas con las que pueden crear su experiencia.
Reciben estas herramientas al nacer y son para ayudarlos a
negociar la vida.
¿Por qué la mayoría de al gente reprime estas emociones?
Les enseñaron a reprimirlas, les dijeron que lo hicieran.
¿Quiénes?
Sus padres, las personas que los criaron.
¿Por qué? ¿Por qué hicieron eso?
Porque sus padres se los enseñaron y a sus padres se los
enseñaron los suyos.
Sí, sí, pero, ¿por qué? ¿Por qué continúa?
Lo que continúa es que la paternidad es ejercida por
personas no adecuadas.
¿Qué quieres decir? ¿Quiénes son las “personas no
adecuadas”?
La madre y el padre.
¿La madre y el padre son las personas no adecuadas para
criar a los hijos?
Sí, cuando los padres son jóvenes. Sí, en la mayoría de los
casos. En realidad, es un milagro que muchos de ellos hagan el buen trabajo que
llevan a cabo.
Nadie está peor equipado para criar a los niños que los
padres jóvenes. La mayoría de los padres asumen la tarea de la paternidad con
muy poca experiencia en la vida. Apenas acaban de ser educados. Todavía buscan
respuestas e indicios.
Ni siquiera se han descubierto a sí mismos; no obstante,
tratan de guiar y de proporcionar descubrimiento a otros, incluso más
vulnerables que ellos. Ni siquiera se han definido a sí mismos y se les confía
el acto de definir a otros.