Gabriela Collado

Terapeuta Holística. Maestra Espiritual. Coach en Relaciones. Terapia PNL. Transgeneracional. Biodescodificación. Risoterapia. Reiki Master. Terapia Metamórfica. Registros Akashicos. Tarot Evolutivo. Canalizaciones. Terapias y Talleres Vivenciales (Presenciales y On Line). Conferencista. Seminarios Motivacionales.

martes, 13 de diciembre de 2011

Deméter



"Lo he sentido todo:  
la furia, la ira,  
la alegría, la felicidad,  
el llanto, la angustia...  
Y busqué  
el camino del medio,  
el sendero seguro  
entre lo que sentí  
y lo que hice con ello.  
Después, mudé de piel,  
las capas se acumulan  
cuando los sentimientos 
no se expresan,  
no se oyen,  
no se reconocen.  
Dando a mis sentimientos  
el lugar que tienen por derecho,  
me alejé  de la intensidad,  
de la inmensidad,  
de la espesa densidad  
y del precio de la emoción"     


DEMÉTER: Diosa de las Cosechas, nutridora de la Tierra, venerada por sus habitantes, considerados todos como sus hijas e hijos. A pesar de tener tanto poder, se le consideró una deidad vulnerable... primero fue violada y después le arrebataron a su hija adolescente, Perséfone. Furiosa por esto último, dejo a la agricultura sumida en profundos periodos improductivos y heladas climatológicas, impidiendo de esta manera que se consiguiese ningún tipo de alimento para la subsistencia de los humanos. Algo que finalizó cuando Zeus, harto de las súplicas y plegarias de los mortales, medió para que su hija fuese devuelta a su lado por temporadas, y el periodo que no están juntas, Deméter cubre la tierra con un manto blanco invernal. Ella, sin embargo, está representada por la luna llena, simbolizando la plenitud, que es cuando la mujer alcanza el punto de madurez óptimo, y comienza a dar sus mejores frutos, que han sido sembrados y cosechados a los largo de sus experiencias.

Deméter ha venido a iluminar tu sendero en medio de la oscuridad, para que te enfrentes al laberinto de los sentimientos y emociones. Es el momento de nutrir la totalidad mediante la aceptación, el reconocimiento y la expresión de tus sentimientos. El sentimiento es lo que tú sientes; la emoción es tu reacción a ese sentimiento. Los sentimientos no expresados se acumulan y pueden generar enfermedades, pues ocupan espacio en tu interior e impiden el flujo de las energías saludables.
Quizás no se prestara atención a tus sentimientos (¡ni siquiera a ti!) cuando eras niña. Y eso pudo llevarte a darles más energía, con el fin de obtener algún tipo de respuesta. Puede que tengas miedo de que tus emociones, o tus sentimientos, te hagan demasiado vulnerable, te abrumen o te lleven a lugares de los que no eres capaz de regresar. Deméter dice que, en la medida en que aceptes y honres tus sentimientos, más segura te sentirás en el momento de expresarlos.

Algunas preguntas claves que pueden ayudarte:
¿Qué es lo que estás nutriendo y qué estás dejando de nutrir?
¿Cuánto de verdadero y de ti misma hay en lo que proteges, cuidas, ayudas y nutres?
 ¿Por qué te das tanto? ¿Qué esconde esta disciplina complaciente? ¿Qué es de lo que quieres llenarte esencialmente con todo ello?  ¿Por qué cuando alguien tan cercano te falta de esta manera, te apena tanto, te enfurece hasta tal extremo? ¿Por qué esto mismo lo resuelves dándote aún más o, en el caso contrario, retirándote vehemente del entorno, como si quisieras infligir castigo con ello? ¿Por qué ésta actitud ambivalente?
Debes de aprender la mejor manera posible de bucear en tu ser interior, para meditar y descubrir cuál es tu manera de pensar y de actuar.
Deberás de aprender a consolidar el desapego en tus relaciones más próximas, soy consciente de que no es una tarea fácil, pero cuando lo consigas podrás existir sin tanto sufrimiento ni ansiedad, serás más feliz y tu niña (interior), cuando te vea así, desde esta nueva perspectiva, también lo será, la relación entre ambas fluirá.

Extraído del Libro "El Oráculo de la Diosa", de Amy Sophia Marashinsky
Extracto de: Luisa Blanca

2 comentarios:

María dijo...

Excelente!! El poema es tuyo Maga?

Gabriela Collado dijo...

Gracias María! No, el poema no es mío, es de la serie del Oráculo de la diosa.