Gabriela Collado

Terapeuta Holística. Maestra Espiritual. Coach en Relaciones. Terapia PNL. Transgeneracional. Biodescodificación. Risoterapia. Reiki Master. Terapia Metamórfica. Registros Akashicos. Tarot Evolutivo. Canalizaciones. Terapias y Talleres Vivenciales (Presenciales y On Line). Conferencista. Seminarios Motivacionales.

domingo, 21 de febrero de 2016

Enamora-miento

 
 
Los gallardos de la mente están hechos para enredarte, son hábiles embaucadores; el hedonismo es su única finalidad.
El palcer por el placer acaba siendo autodestructivo, como todo aquello en donde no habita el equilibrio. Por eso, si no tienes paciencia en los ciclos de la vida y deseas quedarte en la comodidad de los placeres, acabarás engañándote a ti mismo.
Todo lleva al cambio porque la rueda gira; porque no hay espiral posible de escalar sin movimiento.
No se puede vivir un “amor” desde la mente eso no es amor sino una vana ilusión.
Observa a tu enamorado/a, observa si es un objeto de devoción, un capricho para aplacar tu soledad.
Enamorarse de otro no es amar a otro. Enamorarse de otro es un espejismo, es creer que tu amor está afuera, en esa otra forma y que depende de su presencia o su ausencia, de su correspondencia o no, de lo que pueda ofrecerte o quitarte.
Pones tu amor fuera de ti, pierdes tu poder.
A veces lo que creemos sea estar enamorado/a de alguien es, en realidad, una auto-violación porque ese otro pasa a ocupar todos nuestros espacios, nuestras decisiones. Pensamos por el otro “¿qué pensará?”, actuamos por el otro “¿qué espera de mi?”. “Él/ella quiere”, “él/ella dice”, él/ella hace o no hace”... Y, así, vamos abandonándonos, dejamos de escuchar lo que nosotros pensamos, lo que esperamos. El “yo quiero” pasa a ser “él/ella quiere”.
Y, en ese abandonarnos tan inconsciente, comenzamos a arrastrarnos para obtener esa mínima dosis de “amor” que él o ella quiera darnos.
Y, más imploro por esa dosis, más me abandono y, más me abandono, menos recibo, o recibo lo que estoy eligiendo ser: “abandono” y el otro comienza a abandonarme, a no tenerme en cuenta.
Entonces lo culpamos y sufrimos, decimos que al otro no le importamos cuando, en verdad, siempre hemos sido nosotros mismos los que nos hemos ido abandonando, ignorando, prostituyendo por una mirada, una caricia, violando nuestros propios deseos.
Desanda el camino. ¿En qué lugar has decidido abandonarte? ¿En qué momento?
Ve a buscarte. Recuerda quién eres y qué quieres y no vuelvas a ceder en ello para que una ilusión pueda encajar en tu vida.
El amor no se busca desesperadamente allí fuera, el amor se cultiva dentro, con uno, en uno.
La paciencia es una cualidad de ese amor. El saber decir un NO a tiempo es amarte.
Nadie va a darte lo que tu no te das.
Y, cuando recuerdes amarte a ti por sobre todas las cosas, comenzarás a vibrar en ese amor, brillarás de tal modo que tu compañero/a (el/la que te corresponda) sabrá reconocerte y ya no te importará la forma que ese amor tome (amigos, pareja, hermanos, compañeros...) porque el AMOR no es forma sino contenido, porque estés donde estés y con quién estés estarás siempre en pareja contigo y allí no existe abandono posible, ni miedo (que es el olvido del amor).
Y, cuando se reconozcan y se tomen de la mano...
Bueno, allí comienza otra extraordinaria aventura.
¿Estás dispuesto/a a vivirla?
 
Gabriela Collado

No hay comentarios: