Gabriela Collado

Terapeuta Holística. Maestra Espiritual. Coach en Relaciones. Terapia PNL. Transgeneracional. Biodescodificación. Risoterapia. Reiki Master. Terapia Metamórfica. Registros Akashicos. Tarot Evolutivo. Canalizaciones. Terapias y Talleres Vivenciales (Presenciales y On Line). Conferencista. Seminarios Motivacionales.

lunes, 14 de marzo de 2016

Me convierto en lo que pienso

 
 
Habla de lo que desees en abundancia. 
No hables de lo que no quieras en tu vida, simplemente ignóralo.
Existe una ley universal que observa que nos convertimos en aquello en lo que pensamos durante todo el día. Al nos detenernos a observar nuestros propios pensamientos nos dejamos bombardear constantemente por ellos.
Dijo el maestro Jesús "no es lo que entra por tu boca lo que habrá de hacerte daño sino lo que de ella sale"
Esto quiere decir que, cuando algo sale de mi boca, cuando lo pongo en palabras es porque he pensado en ello y, si he pensado en ello, es porque creo en ello y, si creo en ello, entonces le doy poder y logro que se manifieste en mi vida una y otra vez.
A este punto debemos comprender que la queja también es un pedido contante al cielo porque está poniéndose en palabras y, de ese modo, seguirá manifestándose.
Meditar es invitarnos a hacer silencio mental, a salir de ese barullo de pensamientos que nos abruma, pero es bien cierto que no nos resulta tan sencillo escapar a ese ruido con solamente sentarnos en silencio.
En este punto te invito, no a que dejes de pensar, sino a que observes ese flujo de pensamientos que atraviesan tu mente y a los que les das cabida, que intentes cambiar la dirección de dichos pensamientos y que reeduques a tu mente.
En lugar de enredarte en ellos y seguirlos hacia donde te lleven sólo obsérvalos sin juicio (sin pensar si esto es positivo, esto es negativo, esto es bueno, esto es malo, esto es agradable, esto desagradable...) y suéltalos, déjalos ir, córtalos en la mitad de su argumentación.
Se trata de que te conviertas tú en maestro de tu mente y la dirijas hacia tu objetivo y no que siga siendo ella la que dirija tu vida sin sentido ni coherencia.
¿Qué deseas en abundancia?
¿En qué piensas en abundancia?
Tú eliges.

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