Gabriela Collado

Terapeuta Holística. Maestra Espiritual. Coach en Relaciones. Terapia PNL. Transgeneracional. Biodescodificación. Risoterapia. Reiki Master. Terapia Metamórfica. Registros Akashicos. Tarot Evolutivo. Canalizaciones. Terapias y Talleres Vivenciales (Presenciales y On Line). Conferencista. Seminarios Motivacionales.

lunes, 18 de enero de 2016

Los obstáculos a la paz


"Este hermano que está a tu lado todavía te sigue pareciendo un extraño. No lo conoces, y la interpretación que haces de él es temible. Y lo sigues atacando, para mantener a salvo lo que tú crees ser. Sin embargo, en sus manos está tu salvación. Ves su locura, que detestas porque la compartes con él. Y toda la piedad y el perdón que la curaría dan paso al miedo. Hermano, necesitas perdonar a tu hermano, pues juntos compartiréis la locura o el Cielo. Y juntos alzaréis la mirada con fe o no la alzaréis en absoluto."
#UCDM T.19.IV.D.I.12.7


#MiinterpretacionDelMilagro
 
El día en que comprendamos que perdonar al otro es, en realidad, perdonarse a sí mismo por creer en el ataque, comprenderemos cuántas luchas (de pensamiento, palabra y acción) hemos emprendido en vano y todas contra nosotros mismos, aunque muchas de ellas pareciera que fueran contra otro.
Sólo un loco es capaz de atacarse a sí mismo constantemente y por eso se lo encierra, por eso se le pone un chaleco de fuerza para que no pueda hacerse daño a sí mismo ni a nadie. No, no se los encierra, están todos sueltos; gran parte de la humanidad misma está demente y se ataca constantemente y por eso no es capaz de dejar de atacar a los demás.
No podemos pretender sentirnos a salvo si continuamos perpetrando ataque en nuestra mente, si seguimos considerando su existencia.
Las imágenes de odio y ataque que ves fuera, en el mundo, están allí porque tu crees en ellas y porque continuas insistiendo en que debes defenderte de algo.
Si comprendiéramos algo tan sencillo y cierto como que todos buscamos lo mismo, como que todos hacemos lo que hacemos (bien o mal), dentro de nuestro conocimiento del momento, porque queremos ser amados.
¿Quién querría ser amado si no supiera que el amor existe? ¿Quién quisiera ser amado si no creyera que posee en sí mismo la capacidad de amar?

Gabriela Collado

No hay comentarios: