Gabriela Collado

Terapeuta Holística. Maestra Espiritual. Coach en Relaciones. Terapia PNL. Transgeneracional. Biodescodificación. Risoterapia. Reiki Master. Terapia Metamórfica. Registros Akashicos. Tarot Evolutivo. Canalizaciones. Terapias y Talleres Vivenciales (Presenciales y On Line). Conferencista. Seminarios Motivacionales.

martes, 28 de julio de 2015

Razones para volar


Esta imagen muestra a una parejita de gansos lanzándose a su primer vuelo y me quedé pensando en que si los pájaros pudieran detenerse a pensar antes de ese primer salto que los llevará a volar, probablemente, muchos de ellos no volarían jamás.
Cuando los humanos empezamos a caminar, nuestra mente no está aún contaminada con el miedo, miedos que luego irán apoderándose de nosotros y que, la gran mayoría, no son nuestros sino heredados, bien sea por el clan, bien sea por el colectivo en el cual crecemos.
Una mamá pájaro jamás le dirá a su cría que puede caerse en pleno vuelo, muy al contrario, será quien la empuje con mucho amor cuando sabe que ya está lista para emprender ese primer vuelo de su vida.
Gastamos toda nuestra energía en razonar cada salto que daremos y, cuando llega el momento, no nos queda energía para darlo.
Dudamos de que nuestras propias alas sean capaces de sostenernos. "Seguramente hemos nacido con algún fallo", pensamos y por eso nos parece que las alas de los demás siempre son las más adecuadas. "¡Ay si yo las tuviera!", dice el cisne que se cree un patito feo y pierde así la oportunidad de saber de lo que es capaz.
Moraleja: No pienses, tan sólo extiende tus alas y vuela. No necesitas razones para volar.


domingo, 26 de julio de 2015

Kirón y Prometeo o el regalo de la herida del ser amado



KIRÓN
En la Mitología Griega Kirón era un centauro, un dios inmortal que vivía en la Tierra, siendo el maestro de muchos héroes griegos. Una vez fue herido accidentalmente por una flecha de Hércules. La herida era muy dolorosa y no podía curársela, a pesar de que Kirón era un gran sanador.
El detalle era que Kirón no podía morir a causa de su herida porque era un dios, era un inmortal; pero tampoco podía curarse. Kirón sufría mucho porque nadie podía sanarle la herida y como además no podía morir, no tenía ni siquiera la esperanza de que algún día cesase su dolor con el descanso de la muerte.
Estaba condenado a un dolor eterno. Él podía haberse amargado haciendo más penoso su dolor; también pudo haberse entretenido con inútiles lamentaciones o dirigir su dolor y su rabia a los demás; pero no hizo eso, sino que su dolor le hizo más sabio aún, le hizo comprender mucho más sobre la naturaleza del dolor humano y eso le convirtió en el más grande de los SANADORES de la mitología.

PROMETEO
Una vez, el pueblo sacrificó un toro a Zeus. Era costumbre ofrecer parte de la víctima al dios y quedarse el pueblo con otra parte. Prometeo dividió la carne en dos: una buena y otra buena sólo en apariencia, pues eran prácticamente los huesos camuflados con la piel. Zeus escogió esta segunda y cuando descubrió el engaño se enfadó muchísimo y decidió privar del fuego a la humanidad.
Prometeo se compadeció de los humanos y robó el fuego de los dioses en un tallo de hinojo y se los dio a los humanos enseñándoles su funcionamiento. Zeus castigó a Prometeo encadenándole a una roca y haciendo que una gran águila le devorara su hígado eternamente, pues cada día Zeus le reconstruía el hígado, para que cada día el águila lo devorase.
El héroe Heracles, hijo de Zeus, rescató a Prometeo, disparando al águila y rescatando al titán. Cuando Zeus se enteró, estuvo contento por la hazaña de su hijo, pero quiso que Prometeo recordara siempre que se había portado mal y le condenó a llevar siempre el anillo de metal con el que estaba encadenado, así como un trozo de la roca.
Quiso el azar que Prometeo se encontrase con el centauro Kirón que, herido por una flecha de Heracles, tenía unos terribles dolores y quería morir. Pero Quirón tenía el problema de que era inmortal y tuvo que encontrar a alguien que aceptara su inmortalidad. Prometeo aceptó y pasó a ser in mortal en lugar de Kirón y Zeus aceptó la liberación de Kirón y la inmortalidad de Prometeo.

***

Estos dos mitos que se unen tienen varios aspectos para comprender su enseñanza completa.
Por una parte tenemos a Kirón que era mitad bestia, mitad humano. Su herida incurable se produce por una flecha disparada hacia su parte animal por su mejor amigo Heracles.
La parte animal de Kirón representa nuestros bajos instintos, aquello que escondemos en nuestras sombras. Normalmente aquella persona que más amamos o que más nos ama es la que nos ayuda a hacer visible esa sombra, enfrentarnos con aquello de nosotros que no queremos ver, y eso, en un primer momento, nos puede herir terriblemente. Pero, dependiendo de la actitud con la que decidamos vivirlo, ese dolor puede hacernos más fuertes. Puede que la herida no desaparezca, pero podemos hacer que deje de doler cuando la utilizamos para comprender las heridas ajenas y sentir empatía hacia su dolor.
En lugar de seguir cargando con él y hacerlo eterno, debemos morir a él. Y muchas veces, tal y como hizo Kirón con Prometeo, liberar a los demás de su sufrimiento nos ayuda a liberarnos a nosotros mismos del nuestro.
Eso nos da la sabiduría, representada en este mito por el aspecto de maestro de Kirón y nos permite sanar el alma.
Por otra parte está Prometeo que cree que puede engañar a los dioses entregándoles una apariencia. Divide la carne en dos, es decir que permanece en la dualidad, y entrega sólo un envase vacío, una apariencia. Esto simboliza cuando creemos que somos en verdad buenos por seguir un dogma, cuando creemos que en verdad somos seres despiertos por ponernos un atuendo o seguir ciertas prácticas pero, en verdad, no hemos hecho el arduo trabajo de reconocer nuestra dualidad, seguimos imbuidos en el juicio y no nos hemos enfrentado a nuestras propias sombras, nuestro lado animal.
Cuando hacemos esto nos estamos alejando de nuestro propio fuego creador (nuestra luz, nuestras emociones y nuestro propio poder) y por eso en el mito los dioses privan a la humanidad de ese fuego como castigo. En realidad no hay ningún dios fuera que nos castigue, sino nuestra divinidad interior que se aparta de nosotros cuando actuamos así.
Sin embargo Prometeo, que se cree más listo que Zeus (o nuestro ego cuando se cree más listo que nuestro corazón), decide robar el fuego al dios y enseñarle a los demás cómo funciona. Pero los dioses vuelven a castigar a Prometeo encadenándolo a una roca. Es decir que, el seguir escapando de nuestra sombra, nos encadena aún más a la materia, a las apariencias, a la dualidad, a los juicios que generan as culpas, al ego. No se puede robar el fuego a los dioses, no podemos jugar a estar despiertos. Para poder enseñar el uso del fuego a los demás debemos despertar antes a nuestro propio fuego.
No conforme con eso, Zeus envía un águila para que cada día le devore el hígado a Prometeo y, cada noche éste vuelve a regenerarse para ser devorado otra vez al día siguiente. El hígado es el saco en el cual escondemos nuestra ira, nuestros rencores y nuestra frustración. Cada vez que reprimimos nuestras emociones (que nos privamos de su fuego) el hígado se bloquea. Es el hígado el que filtra y elimina los desechos de nuestro organismo. Así que, si bloqueamos nuestra emoción quedándonos en la apariencia y la escondemos en nuestra sombra, deberemos seguir cargando con nuestros residuos emocionales y éstos tomarán el mando en nuestra vida, a través del subconsciente, encadenándonos cada vez más a aquello de lo que huimos.
Heracles, el hijo del dios y el amigo que hirió a Kirón, rescata a Prometeo de la roca. Y esto me recuerda en cierto modo a Cristo, el hijo de Dios que quiso enseñar a los hombres a liberarse de sí mismos cuando fue crucificado a la materia para redimir al ego y resucitar al ser. Ese mismo Cristo que, con su sola presencia, refleja la verdad haciendo que los demás se enfrenten con su propia sombra. Sólo quienes posean la actitud y sabiduría de Kirón sabrán utilizarlo para sanar el alma, pero quienes decidan permanecer en la apariencia como Prometeo acabarán devorados por su propia ira.
Finalmente Prometeo, al ser liberado de la materia, se encuentra con Kirón el sabio quién, a modo de recompensa por haberse enfrentado consigo mismo y haberse deshecho de su apariencia, le entrega su propia inmortalidad.  Es decir que al liberarnos del ego nos encontramos como recompensa con la sabiduría, con el propio maestro interior.
Kirón entonces puede morir, pero no muere al ser eterno que en verdad es y somos, sino que mueres al sufrimiento y al dolor para despertar a la conciencia eterna. Y puede hacerlo, puede liberarse a sí mismo y despertar porque ha comprendido que no está separado del resto, que Prometeo y Heracles y todos a cuantos había ido sanando eran él mismo y que sólo liberándolos (esto es perdonando y perdonándonos, comprendiendo que todos cumplían un papel dentro de nuestro sueño de ilusión) sería capaz de liberarse a sí mismo.
Para terminar quisiera rescatar también el símbolo del águila que representa también ese renacimiento que se nos ofrece luego de atravesar una crisis que nos lleva a despojarnos del ego para poder volar libres. El mensaje del águila es "Si quieres volar tendrás que soltar tu historia".
La enseñanza del águila está contada en el siguiente video:





miércoles, 22 de julio de 2015

Como es arriba es abajo



Las cosas de la Tierra también son las cosas del Cielo.
"Como es arriba es abajo".
¿Acaso no se encuentra ésta inmersa en el Cielo, suspendida en él?
El espíritu todo lo baña y la Tierra acoge en sí misma al espíritu.
En lo mundano hallarás el espíritu.
"Los deseos mundanos conducen a la iluminación" dicen los budistas.
Hallarás lo que busques en todas las cosas.

Gabriela Collado - Anarel

jueves, 16 de julio de 2015

Manejo de deudas


En los últimos tiempos una de las palabras que más se oye es "deuda". Sí, deudas, por aquí, deudas por allá. No sabes de dónde, pero salen deudas que ni recordabas que tenías y todo el mundo se desespera por cobrar lo que le deben; ya, ahora mismo.
Si somos capaces de ver las crisis como oportunidades, será pues un buen momento para ver por qué sostenemos tantas deudas (más allá de su explicación racional de haber gastado lo que no teníamos).
Si el dinero es energía, al igual que todo cuanto es y somos, veamos de qué modo podemos manejarlo.
Siempre digo que nada hay fuera de nosotros y que todo cuanto se representa fuera (eso incluye el dinero) es un reflejo de lo que tenemos dentro, así que deberíamos empezar por preguntarnos ¿qué deudas tenemos con nosotros aún pendientes? ¿Con qué aspecto emocional se relacionan dichas deudas? ¿Qué relaciones y qué hechos del pasado siguen sosteniendo dichas deudas? ¿Dónde hace falta soltar y llevar perdón? ¿Qué es lo que aún nos ata al acontecimiento que la ha generado?
Las deudas no son falta de dinero, esa es sólo su representación, su manifestación energética. Uno de los modos de manifestarse relacionado con el valor que le das al respecto del asunto en cuestión.
¿De qué aspectos de mí procede la abundancia? ¿De cuáles la deuda?
Es también un modo de no estar en paz, de no "merecer" disfrutar del dinero. Un tironeo que uno se hace a sí mismo a través de otra mano. Uno no le debe a otro, se debe a sí mismo (a través de otro).
"...porque dando es como se recibe..."
¿Hay aún una creencia arraigada de que el dinero da intranquilidad? Si la hay reconoce que no es tuya.
Pide y se te dará. Si pides que tus deudas sean canceladas, confía en que ya ha sido hecho.


Talleres de Abundancia y Dinero Consciente
GabrielaCollado.webs.com

martes, 14 de julio de 2015

En pareja


Anhelas encontrar un compañero, una compañera. Deseas con todo tu corazón formar una pareja.
Pareja viene de par (igual), a la par, con los mismos derechos.
Sin embargo, cuando el compañero o la compañera aparece, te olvidas de ti, restándote de la ecuación.
Entonces ya no tienes una pareja, sino a dos personas intentando satisfacer los derechos de una sola persona.
Para poder estar en pareja con alguien es necesario primero estar parejo con uno mismo. Ser la propia pareja. De ese modo, cuando alguien llegue a ti, no podrás dejarte a un lado.
Si tu no te abandonas, nadie lo hará.

sábado, 11 de julio de 2015

Puente sobre aguas turbulentas

El amor es el puente entre tú y todo - Rumi
No puedes saber qué quieres porque no sabes qué es lo mejor para ti en este momento, sólo puedes confiar y dejarte llevar sin insistir en que las cosas sean de determinada manera. Amar cada instante y agradecer. No tener miedo de ver siempre la verdad.
La claridad de las aguas trae paz, la turbulencia aprendizaje. Las aguas se agitan para revelar lo que hay en el fondo.
No temas cuando caminas con los ojos abiertos del corazón. Si lo entregas todo, caminarás en paz. No puede haber arrepentimiento cuando la entrega ha sido amor.
Sabes cuál es tu camino, no sigas el de otros, sigue siempre el tuyo y encontrarás a quienes te acompañen porque su camino coincide con el tuyo.
La felicidad que te da la verdad no habrá de dártela la razón.
Pide y se te dará. Pide no alejarte de tu paz. Si algo te quita tu paz, sé clara y ten paciencia. Confía.
No calles por miedo. Lo que tu estés dispuesta a darte (aunque sea a través de otros) es lo que se te dará.
El puente que cruza las aguas turbulentas es el Amor. Siempre lo es. El miedo te hunde. Ese puente lo construyes con tus pasos firmes en la confianza.
Saltos de fe que construyen puentes en donde habitaba el vacío. El vacío es Dios y contiene en sí mismo todo cuanto necesitas.

Te amamos, Elohim.

miércoles, 8 de julio de 2015

Nadie te castiga más que tu


El victimismo es una identificación y un apego. La emocionalidad que genera lo es.
Las pruebas NO SON UN CASTIGO, son pruebas. Recuerda: experiencia, expansión.
Las experiencias desagradables no son un castigo como tampoco son un premio las experiencias agradables que te ocurren. No son el resultado de algo que hayas hecho bien o de algo que hayas hecho mal. Volvemos a la ilusión de que uno es el que hace o deja de hacer.
Lo que te ocurre será un castigo si tú lo utilizas para castigarte o será un regalo constante si así decides verlo. En cuanto entra tu necesidad de control, de que las cosas sean de determinada manera, tu creencia de que eres capaz de decidir qué está bien y qué está mal (sabiendo que “bien” y “mal” sólo está en tu mente), entonces entras en un juego angustioso. Si lo dejas libre y sólo amas y continúas amándote a través de todo y todos y no te abandonas a ti misma, a ti mismo, será una manifestación más del amor que eres.
¿A qué y a quién decides darle poder sobre ti?
El merecimiento también es una ilusión. ¿Puede alguien merecer lo que en verdad ES ya dentro de sí mismo?
Perdónate, suelta y sigue, avanza.
El gran aprendizaje de este momento es desenredarse de la emocionalidad y dejar de crear futuros probables desde el miedo.
El hecho de agradecer la prueba es, en realidad, agradecer el fruto que trae aunque no lo veas. Es decirle al Universo “yo confío”, confío además en mí, en que seré capaz de hallar el éxito (la salida) y no lo haré desde la mente pequeña.
Así se transforma en Amor la tribulación y eso te da la sabiduría.
Pensamiento y palabra deben ser transformados en Amor.
Todo posee en sí mismo una semilla de luz.
Has venido a descubrir esa luz y debes ser capaz de “verla” aún sin verla.
Eso que llamas exigencia para contigo misma es la expansión de tus límites (los que crees que tienes). Es siempre estirar el “límite” un poco más allá, cada vez un poco más y así ir expandiendo tu conciencia.
Acatando límites y normas sin desafiarnos a nosotros mismos la energía se vicia y se intoxica y comienza a girar en sentido contrario hasta completar el proceso inverso a la expansión: la extinción.
La educación basada en premios y castigos nos ha convertido en adultos en constante autoflagelación, alejándonos de nuestro propio poder de manifestación.
No se trata de educar, eso sería corregir algo que está mal, dando por sentado que llegamos a esta vida “defectuosos” y debemos ser “encarrilados”.
Sólo puede propiciarse el autodesarrollo, eso hace la luz con las plantas; ser soles y dar luz y calor, es decir, Amor.
Es difícil propiciar el autodesarrollo en otro ser cuando no lo propiciamos en nosotros mismos.
La planta, por naturaleza, se desarrolla hacia la luz. Sé luz, muestra la luz. Sigue tú misma la luz. No hay nada más que debas hacer. SÉ.
La gracia es recoger la semilla guardada en el fruto para volver a sembrar. El fruto trae consigo siempre la semilla y, la semilla, el fruto; es una cadena infinita de abundancia.
Tú eres el abono, tu mano, tu amor, la luz del sol que produce la alquimia, que activa el proceso.
Nunca te ha faltado y nunca te faltará. Sólo has estado escondiendo tu luz. Déjala brillar, sé quién eres, haz lo que amas hacer y disfruta. Así brilla la luz que abona la semilla.


lunes, 6 de julio de 2015

Sencillo ejercicio para momentos de angustia y ansiedad



Tanto la ansiedad como la depresión te quitan del ahora y, por lo tanto, te quitan de ti.
Cuando esto suceda y no sepas cómo regresar a tu centro, céntrate en los detalles físicos más pequeños que te devuelvan al lugar en que estás. Puede ser la respiración, ir recorriendo tu cuerpo mentalmente y sintiéndolo, inclusive puedes centrarte en pequeños detalles cotidianos, observa con precisión cada movimiento que haces, cada cosa que tocas, observa los detalles que te rodean y te recuerdan "ahora estás aquí y aquí es el lugar en donde todo está bien".
Repítelo inclusive varias veces al día, cuando sientas que tu mente quiere volver a llevarte a otro lugar que no sea aquí y ahora.
Hay un ejercicio que yo solía hacer en momentos de angustia, cuando no era capaz de ver nada claro; me imaginaba que una especie de nube negra ocupaba mi cuerpo y comenzaba a visualizar cómo, desde mis pies, iba subiendo una nube blanca cargada de luz que iba empujando esa espesura oscura hacia arriba, muy lentamente. No dejaba de visualizarlo hasta que lo negro se iba completamente de mi cuerpo y lo blanco ocupaba todo el espacio.
Siempre son los pequeños detalles los que nos vuelven a traer a nosotros, los detalles del presente como por ejemplo las pinzas sosteniendo la ropa tendida, las vetas de la madera del suelo, los dibujos del mantel; cosas mínimas que traigan tu atención a este instante. Porque este instante es la vida que no puedes perderte, en este minúsculo instante eres tu, contigo. Y estar contigo sin abandonarte por el pasado o por el futuro es la verdadera vida.
Y, por favor, no te olvides de agradecer cada instante en el que te sientas contigo. Respíralo y agradece. Eso hará que se multiplique.
Respira. Sí, eres tu viviendo. Eres tu ahora, de pie en medio del campo de las infinitas posibilidades, que sólo guarda el momento presente, que eres tu contigo, amándote.

sábado, 4 de julio de 2015

Pilotando la vida



Hay situaciones en nuestra vida en las que tenemos la sensación de que el Universo se ríe de nosotros con un sentido del humor muy particular pero ten por segura una cosa, no hay un sólo acontecimiento aislado o casual y uno siempre está en dónde tiene que estar.
Y ten en cuenta esto, una vida de éxito no se caracteriza por la seguridad, la alegría constante y la falta de obstáculos, una vida de éxito es una vida vivida con coraje, entrega y confianza.
Éxito significa salida y exitoso aquel que siempre sabe cómo encontrarla.