Gabriela Collado

Terapeuta Holística. Maestra Espiritual. Coach en Relaciones. Terapia PNL. Transgeneracional. Biodescodificación. Risoterapia. Reiki Master. Terapia Metamórfica. Registros Akashicos. Tarot Evolutivo. Canalizaciones. Terapias y Talleres Vivenciales (Presenciales y On Line). Conferencista. Seminarios Motivacionales.

domingo, 31 de enero de 2016

Recuerdos



Un recuerdo es una emoción impresa.
Una emoción reprimida permanece girando en la memoria hasta ser liberada. Buscará su hueco a través de una experiencia similar a la original, provocará y proyectará la repetición de dicha experiencia para poder ser liberada.
Si una experiencia se repite una y otra vez, pregúntate que es lo que aun no has hecho o dicho y responde diferente.


 

Sombra



Todo en la vida oscila como un péndulo buscando el equilibrio.
Venimos de la luz y necesitamos conocer nuestra sombra para volver a ella.


Tú no me temes a mí



El miedo no existe.
Tú no me temes a mí, te temes a ti.
Yo no te temo a ti, me temo a mi.
El miedo soy yo y, si me libero de mi creencia del miedo, si me libero de mi creencia de que sólo soy eso, me libero del miedo.
Soy Amor y puedo amarme a través de ti.


Cosas



La humanidad no tiene alturas. Usamos las "cosas" para medir a las personas. Medimos y cuantificamos todo y esa "cosa" llamada alma se nos escapa hasta dudar de su existencia y creer que nosotros también somos "cosas". Entonces busquemos "cosas" que nos toquen el alma y toquemos el alma de las personas, es el mayor desafío, el único.

 

Llegar a la cima

Mount Everest

Pensaba en lo que buscan aquellos que desean llegar a la cima más alta y me respondí a mi misma que la recompensa no la hallan, probablemente, en llegar si no en lo vivido durante el ascenso.
Puede que emprendamos algo con una intención determinada y que, en el camino, esa intención se transforme.
Permanecer abiertos a esas transformaciones es en sí mismo llegar a la cima.


sábado, 30 de enero de 2016

Estás de suerte


Estás de suerte, porque la vida no te dejará escaparte de aquello que tienes que afrontar. Podrás mirar mil veces hacia otro lado, podrás huir refugiándote lejos, podrás culpar a los demás, cambiar de amigos, incluso de pareja, pero seguirás recibiendo los mismos cachetazos una y otra vez, hasta que decidas dejar de creer que cambiando lo que te rodea podrás deshacerte de lo que te hace daño. Hasta que asumas tu responsabilidad en el asunto. Hasta que dejes de jugar a la víctima y te afrontes al hecho doloroso de que tú eras el verdugo.
El hecho inexorable que más nos cuesta afrontar es el hecho de que estamos solos. Nacimos solos, vivimos solos y moriremos solos. Puedes sentirlo como libertad o como soledad. La vida y sus circunstancias son siempre una cuestión de perspectiva. Y nadie puede (¡ni debe!) salvarte de esa soledad. Decía Eckart Tolle: “las relaciones están aquí para hacerte consciente, no para hacerte feliz”. Y es en la más profunda soledad en la que debemos encontrarnos y afrontar nuestras propias batallas con nuestra oscuridad, nuestros miedos y miserias, nuestras vergüenzas y negaciones. No importa si estás rodeado de gente o no, tampoco importa si quien te ama desea ayudarte; a veces la mejor ayuda se hace desde el silencio, aunque no la veas, aunque creas que te han abandonado. Con respecto a esto hay una parábola anónima que cuenta la historia de un par de huellas en la arena caminando juntas y que, en los momentos más difíciles, un par de ellas desaparecía y sólo quedaba una avanazando. Cuando, desde su dolor, el caminante le reclama su abandono a aquel que lo acompañaba, el otro responde “en los momentos en que sólo viste un par de huellas, esas huellas eran las mías mientras te sostenía en mis brazos”. Una vez más, todo es una cuestión de perspectiva y no de expectativa.
El miedo a la soledad nos enfrenta con nuestro más ancestral miedo a la muerte y no seremos capaces de despertar de este sueño hasta que no lo miremos a la cara, hasta que temblando desnudos frente al vacío, nos rindamos y soltemos el control absoluto que pretendemos ejercer sobre la vida.
Existe un momento en tu camino en el que la vida te hace el regalo más grande de todos enfrentándote a la muerte, a la muerte de lo que creías que eras o debías hacer. Entras en crisis, una crisis épica en la que, literalmente, te sientes morir. Entonces, la muerte pasa a convertirse en tu mejor maestra; te toma de la mano y te dice, “vuela, deja de arrastrarte y pelearte con el suelo y vuela”. Y ese vuelo lo emprendemos solos para, desde las alturas, comprender que aquello que llamábamos soledad es la única libertad posible.
Depón las armas, amigo mío. Mírate a los ojos, quizás por primera vez. Sé lo más honesto que puedas contigo mismo y vuelve a ser tu propio guía.
Hoy estás de suerte.

miércoles, 27 de enero de 2016

Entre el debo y el quiero


¿Cuándo nace el "debo"? "Debo hacer esto o lo otro, "debo ser así o asá, "deberías darme tal o cual cosa, "debes quererme"... etc., etc., etc.
¿Cuándo es que empezamos a sentirnos en deuda con el mundo, con los demás, con la vida? ¿Acaso nacemos para pagar deudas?
La culpa y el autocastigo son maneras absurdas de pagar una deuda por haber "fallado" o, peor aún, de querer hacérsela pagar a otro.
Nacemos libres porque eso es lo que somos, ¡libres! No le debemos nada a nadie, ni nadie nos lo debe a nosotros. No hay "bancos" de vida porque ésta no puede tener límites.
Todo está en nuestra mente, nuestra cárcel y nuestra libertad.
Entre el debo y el quiero hay un abismo de intereses con los que nadie gana.
Entre el debo y el quiero se halla nuestra decisión de hacernos responsables de la propia felicidad, más allá de culpables, deudores y demás fantasmas que fabricamos para no asumir nuestro verdadero poder.
¿Cuánto le temes a tu libertad?



sábado, 23 de enero de 2016

Hacete un favor






Hacete un favor, no tengas miedo de cagarla porque entonces sí que vas a hacerlo.
La vida no entiende de errores, eso sólo está en tu cabeza.
La vida te ama así como sos.
Él espera a alguien como vos, así con todo eso que llamas defectos.
Ella desea a alguien como vos porque sos justo todo lo que ella no sabe ser.
No hay un modo de hacer las cosas y menos de hacerlas "bien" o "mal".
Por lo tanto no hay modo de cagarla.
Simplemente no tengas miedo.
Sólo AMA.

lunes, 18 de enero de 2016

Los obstáculos a la paz


"Este hermano que está a tu lado todavía te sigue pareciendo un extraño. No lo conoces, y la interpretación que haces de él es temible. Y lo sigues atacando, para mantener a salvo lo que tú crees ser. Sin embargo, en sus manos está tu salvación. Ves su locura, que detestas porque la compartes con él. Y toda la piedad y el perdón que la curaría dan paso al miedo. Hermano, necesitas perdonar a tu hermano, pues juntos compartiréis la locura o el Cielo. Y juntos alzaréis la mirada con fe o no la alzaréis en absoluto."
#UCDM T.19.IV.D.I.12.7


#MiinterpretacionDelMilagro
 
El día en que comprendamos que perdonar al otro es, en realidad, perdonarse a sí mismo por creer en el ataque, comprenderemos cuántas luchas (de pensamiento, palabra y acción) hemos emprendido en vano y todas contra nosotros mismos, aunque muchas de ellas pareciera que fueran contra otro.
Sólo un loco es capaz de atacarse a sí mismo constantemente y por eso se lo encierra, por eso se le pone un chaleco de fuerza para que no pueda hacerse daño a sí mismo ni a nadie. No, no se los encierra, están todos sueltos; gran parte de la humanidad misma está demente y se ataca constantemente y por eso no es capaz de dejar de atacar a los demás.
No podemos pretender sentirnos a salvo si continuamos perpetrando ataque en nuestra mente, si seguimos considerando su existencia.
Las imágenes de odio y ataque que ves fuera, en el mundo, están allí porque tu crees en ellas y porque continuas insistiendo en que debes defenderte de algo.
Si comprendiéramos algo tan sencillo y cierto como que todos buscamos lo mismo, como que todos hacemos lo que hacemos (bien o mal), dentro de nuestro conocimiento del momento, porque queremos ser amados.
¿Quién querría ser amado si no supiera que el amor existe? ¿Quién quisiera ser amado si no creyera que posee en sí mismo la capacidad de amar?

Gabriela Collado

lunes, 11 de enero de 2016

Obsérvalo todo

 
Tenemos dos ojos y una boca... Observa antes de decir nada. Haz silencio y observa. Obsérvalo todo, incluso a ti mismo. No todo es tan simple como parece, no todo se ve tan claro y a simple vista.
Antes de opinar, observa. Antes de posicionarte, observa.
Observa el bosque completo, la humanidad entera, no sólo una parte, no sólo lo que "se deja ver".
Cuando tengas todos los datos, absolutamente todos, opina. Verás que nunca estarás en condiciones de hacerlo.
Lo único que estás en condiciones de hacer es generar paz y armonía en tu alma, contigo mismo, con quienes te rodean. Ahí comienza la paz y no enarbolando banderas que distinguen y separan.

martes, 5 de enero de 2016

El simbolismo de los Reyes Magos



El Hermetismo egipcio decía: “Tal y como es arriba así es abajo” y teniendo en cuenta esta máxima, por medio de la analogía del Macrocosmos al Microcosmos, seguiremos el camino que nos muestra la estrella de Belén y que recorremos junto a los “magos de oriente”.
Encontramos referencia a los magos en el evangelio de San Mateo, pero no especifica el número de ellos, tan solo que siguen a una estrella que está en el Oriente y llegan a Belén a adorar al nuevo rey de los judíos que ha nacido en un pesebre, al que ofrecen oro, incienso y mirra.
Pasados los siglos, ya tienen nombre los reyes magos y rasgos distintivos en cuanto a las edades. Uno joven llamado Balthasar, otro adulto con barba negra llamado Melchor y el último anciano, de nombre Gaspar, tal como vemos en el grabado de la iglesia de San Apolinar Novo, en Rávena Italia y que data del S.VI.


Curiosamente esta relación entre nombres y personalidades sigue igual en Hispanoamérica pero difiere en Europa, ya que Gaspar pasa a ser Melchor y viceversa.
Independientemente de los hechos históricos de la vida del Maestro Jesús, está claro que hay un simbolismo hermético y alquímico que en el Medievo se fue añadiendo a la tradición.
Teniendo en cuenta que el alquimista busca el nacimiento del estado Crístico en su propio ser, imitando la vida del Maestro Jesús, es obvio que todo el enfoque simbólico tiene como objetivo nacer a una nueva consciencia.
Los tres reyes pueden representar las tres edades por la que pasa el buscador hasta alcanzar la iluminación, la etapa al negro, al blanco y al rojo de los alquimistas, o lo que es lo mismo, la etapa del despertar, de purificación y de unión con Dios.
Los alquimistas de lo espiritual, siguen a una estrella muy conocida, la estrella de David con sus dos triángulos entrelazados, en cuyos extremos están el sol y la luna, y en cuyo interior nace el niño de oro.
Nace en un pesebre, en una cueva interior, en el corazón del hombre, donde la luz de la estrella, la luz de la consciencia divina, le ha llevado y guiado durante sus etapas de fe, esperanza y caridad, hasta el divino nacimiento.
Estos magos, estas etapas vienen expresadas por diferentes ofrendas. La mirra utilizada para embalsamar y simbólica de la muerte a los viejos conceptos que se necesitan para tomar consciencia. El Incienso, resina de olor agradable y simbólico del ascenso de la nueva consciencia hacía metas más altas. El Oro, metal noble de simbología solar relacionado con el nacimiento divino, con la primera manifestación de la Luz Divina en nuestra consciencia, que al igual que el Maestro Jesús, deberá pasar por las diferentes etapas hasta llegar a “morir” en vida para renacer en espíritu.
Estos magos simbólicamente, atraviesan el desierto, que representa el mundo interior, donde el silencio es necesario para oír la voz del Espíritu Santo.
Los “magos” son guiados por esa voz interna, esa estrella que brilla en el “Oriente” del cuerpo y que nos da la necesaria armonía para fluir por la dirección correcta, hacia nuestra Belém particular y llegar algún día a la “Jerusalén Celestial”.


Fuente: Guillermo Recourt.

¡Bienvenid@s al 2016!