Torres del Paine, El Chaltén. Patagonia Argentina. Foto de Leonardo Collado |
¿Cuán separado ha de estar uno de uno (del UNO) para que la vida le muestre carencias y faltas? No es algo que deba “hacer” si no algo que debe unir o reunir. La coherencia, volver a la Unidad, la síntesis.
En realidad, todas son apariencias, lo que nos falta en apariencia, porque está ahí pero mi falta de unidad me impide verlo o acceder a ello.
A veces es algo que así debe suceder, bien para que pueda verlo, bien para reparar o equilibrar otra cosa. Porque nada falta en ningún momento. El Reino del Padre está siempre al alcance de todos y todos habitan en el Reino del Padre, aún con sus cegueras y distorsiones.
Muchas veces vemos la vida como algo que hay que atacar o defender, algo que hay que conseguir o alcanzar. Es sumamente desgastante y agotador y, seguramente, el motivo de que nos hagamos viejos y muramos enfermos.
La vida es tiempo que acontece y será una cosa u otra depende desde donde decidamos observarla. Si me paro en el YO (EGO) entonces serán cosas que “me hacen” o “no me hacen”. Si consigo salir de mi personaje, entonces serán simplemente “cosas que suceden” y, desde ahí fuera, podré manejar mejor mi respuesta, pues desde dentro sólo será una reacción (al igual que lo es un síntoma o enfermedad).
Una gran montaña no es nada sin cada grano de arena que la compone. Son los pequeños pasos de cada día los que te conducen a la cima. El límite lo pones tú.
Gabriela Collado
Créditos imagen: Leonardo Collado. Torres del Paine en El Chaltén, Patagonia Argentina