La gente busca el dolor, la herida. No le digas que pueden librarse de su sufrimiento sin esperar que otros cambien.
¡Ay de ti si les dices que se abstengan de culpar al otro para dejar de sufrir!
Ni se te ocurra sacarlos de sí mismos y su victimismo porque serías muy cruel.
Aún seguirán esperando que mamá y papá sean diferentes, los reconozcan, los amen; aunque estén muertos o dementes o no puedan.
Por favor no les pidas que den nada a cambio; que se entreguen y sean sinceros. No les hagas elegir entre lanzarte una bomba y olvidar el rencor de lo que no pudiste o supiste darle.
Exigirán que seas su aliado. Les importa un pepino que seas coherente y sincero si no estás de su parte o, inclusive, si no te arriesgas o lo haces tú por ellos.
Y, por supuesto, ni se te ocurra no compadecerte de ellos, creerlos capaces, adultos; sacarlos de su dolorosa soberbia y enfrentarlos a sí mismos. Te pedirán que los reconozcas mártires, que te identifiques con su dolor, pero...
Tú y yo sabemos que te compadeces de su ceguera y su incapacidad de hacerse cargo de sí mismos, aunque esto implique su propia felicidad.
⚜ Maga
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