Uno aprende que una emoción es un impulso,
ahora bien, de lo que se trata es de reconocer ese impulso justo en el instante
en que surge y, depende de su dirección, quiero decir, depende de si la función de
seguirlo sea crear valor o todo lo contrario, entonces decides si detenerlo o dejarlo ser.
Detrás de ese impulso está la emoción que lo genera, puedes entonces observar esa emoción, porque habla de ti, de tu historia y de lo que llevas dentro, te indica a donde debes mirar, que siempre es en algún lugar dentro de ti, no fuera (por que no hay nada allí fuera todo lo que ves habla de ti). Te ayudará a develar algún secreto, te ayudará a conocerte, y así, te acrecentará la empatía hacia quienes te rodean.
Por eso digo que sin pasión no hay compasión y sin pasión no hay creación ni transformación. Sin ese impulso no habría movimiento, recuerda que e-motion viene del latín emotĭo, que significa "movimiento o impulso", "aquello que te mueve hacia".
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